NUNCA SON SUFICIENTES POEMAS DE AMOR
(A Li en el 10° aniversario)
Hace un par de días
pensaba en ti como lo hago todo el tiempo, y pensaba entonces que nunca son
bastantes los roces o los besos, por lo tanto he decidido varias cosas y todas
ellas se refieren a ti y a todos esos días en que me has mirado y he pretendido
tenerte cerca, escribiendo todas las palabras que te he inventado y son
ininteligibles aún para el más osado, todo te define, corrompernos en cualquier
momento, que si la boca y los cuerpos, que si la ropa no nos ayuda y manos nos
faltan para saborearnos a cada rato. ¿Por qué no jugar a desconocernos y otra
vez encontrarnos? Júrate que he muerto y que soy otro yo pero más liviano,
olvídate de que existo y ámame como sabes que me gusta, como siempre me has
amado.
Si hemos sobrevivido a la tormenta
es porque una década se nos ha arrodillado.
Con el fin de que me halles inédito,
y de amor efímero me llenes los corazones,
haré de cuenta que nunca te he amado,
que somos la equivocación perfecta,
una pareja despistada que nada sabe de pareja,
y que la vida nos importa un poco, nunca
tanto,
pensaré que somos célibes y nos odiamos
que no nos entendemos y de hablar ni hablamos,
ahora digamos algo cierto, que iniciamos el
incendio
y no ha llegado la hora de comenzar a
apagarlo.
Hidalgos de faenas largas, promesas cortas y
pensamientos peligrosos,
senderos violentos de bocas rojas y sucias y
necesitadas de carne,
pedazos de tierra y agua arrancados de una
estampa tenebrista,
veteranos en el arte de amar con elocuencia y
desquicio,
veranos que no acaban, inviernos que no
llegan, amantes atemporales.
Elogiemos a estas ganas que nos siguen de
sombra
y que no hace falta más que mirarnos para caer
cómplices
y tomar como trinchera cualquier espacio
silencioso para estallarlo,
para hacerlo trisas con todo y la moralidad
barata que le acompañe,
seamos el siglo nuevo, el Paraíso indecente,
el credo culposo,
la razón para que el mundo dance sin ropas y
se ame tanto,
seamos esa culpa que inmola a los célibes y
beatos,
la causa de que Dios no exista y a la lujuria
se le adore a cambio.
Hemos sido la inocencia, su muerte y su
penitencia,
la maldad herida con todos sus demonios y
manjares,
el inicio de un tiempo, la causa de vida de
dos pretextos,
la salida de la soledad y la dolencia, la
apertura de un hogar,
la llave de una puerta, el candado de una
cadena perpetua.
A veces creo que el amor nos estorba, nos
limita para no matarnos,
no comprende que nosotros lo hemos inventado
durante tantos años,
y pasarán otras décadas y otros siglos y
seguiremos igual de hambrientos,
uno del otro, amando, amando, amando, amando,
amando, amando.