NO SOMOS, NO ESTAMOS (RADIO UNAM AGOSTO 2015)
Y si el amor supiera algo de nosotros igual
estaríamos muertos.
Crees que la casa está calma y no te llora
cobarde como mi esqueleto,
correr no me basta, tampoco gritar dónde estabas,
huías de la intemperie,
debiste aguardar a que pasara este vendaval
para no fragmentarte
para fugarte completa y llevar contigo la
sarta de recuerdos salvajes,
te reflejas pronta a la imagen del amor
efímero, poco importa ahora,
llevas descalza la mitad de nuestro tiempo,
apestas a tabaco ajeno,
te escapaste en esos fragmentos y no te
importaron tus motivos de loca,
nos jurábamos juntos porque no habría otra
forma de fastidiarnos la vida,
ahora vuelves sólo para arrancarme cualquier
rastro que diga de lo tuyo,
hablas de nuevas vidas y caminos de flores que
te consienten al paso.
Ahí están tus guantes para el invierno y las
medias sucias
y las rotas y las que saben que es hora de que
te largues
sin despedirte, las que se han rajado solas
porque no te toco
desde hace semanas, cuando dejó de palpitarte
el pecho,
cuando tu espalda era el beso y esté arma de
alta traición,
el día que tu corazón se detuvo para mirarme a
los ojos,
y mandar a la mierda la mitad de nuestro
pasado,
la otra mitad pasabas con las bragas húmedas
igual que los ojos,
cuando amábamos como bestias bravas y
compartíamos la rabia.
No sé si fui yo al que mataron
o fui la bala que salió a matar,
Justo sonó el
despertador programado a tu llegada,
fatigada de las manos, como si llevarás agua bajo las faldas,
y tu boca y tus
piernas y toda el alma huelen a viento,
y a catástrofe, a
incendios descontrolados, a paraísos descoloridos
te he mirado a
detenimiento y estoy seguro que hiedes a culpa,
mira estas palmas
igual de putas sudan y sangran sin detenerse,
y la cargada que llevo
por amor se ha venido en vano,
se acabó la luz del
siglo que juramos después de invadirnos,
era tu sexo como un
Dios perenne que no sabía de la carne
era una magnolia en la
que discutía horas enteras sobre el milagro,
y tú lactabas hasta
borrar el blanco de mis ojos, era tu sitio, lo fue.
Cuando el amor vino
por nosotros ya estábamos muertos.
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